Proteger el flujo de trabajo de imágenes

La foto de un producto es la versión en línea del escaparate de una tienda

En la economía minorista actual, mayoritariamente en línea, una foto es el primer punto de contacto que un cliente tiene con un producto. También es un factor clave para la decisión de compra. Si la marca no controla ese primer contacto entre un cliente y un producto, ¿quién sabe lo que puede pasar?

En el mundo físico, las marcas examinan cada exhibición. La presentación y la ubicación de los productos tienen un impacto fundamental en las ventas. Una marca de lujo no vende sus productos en una gasolinera, ni una empresa de ropa deportiva quiere que su ropa se venda en la sección de carnes de un supermercado.

En línea, se aplican las mismas reglas

Sin embargo, sin control, las fotos de los productos pueden llevar a que un usurpador de la marca venda productos falsificados o del mercado gris. O pueden aparecer en mercados poco satisfactorios, junto con productos cuestionables.

Como la foto del producto es real, al fin y al cabo fue retirada del sitio web de la marca, el consumidor espera que el producto también lo sea. Además de la pérdida de ingresos, la calidad generalmente mala de las falsificaciones puede causar daños a largo plazo a una marca.

Las empresas gastan millones en la creación, el desarrollo y la fabricación de un producto, y otras seis cifras en el lanzamiento, la planificación, la comercialización, la promoción y la colocación del mismo producto. Pero nada sobre la protección de las fotografías de los productos, ya que permiten que cualquiera las robe y las utilice como quiera. Es como dejar la puerta principal del almacén abierta de par en par.

Así es como se producen las filtraciones previas al lanzamiento, que causan estragos en la cadena de suministro, la planificación de marketing y la ventaja competitiva.

Así es como se pierden millones a manos de los falsificadores que utilizan las imágenes de las empresas para fabricar y promocionar sus copias baratas.

También es la forma en que los mensajes se piratean y se distribuyen ampliamente antes de que la marca se dé cuenta de los daños.

(lea también sobre Combatir la piratería y la falsificación con marcas de agua digitales)

Marcar y supervisar

Para protegerse, la solución más sencilla y eficaz es conocer y controlar dónde aparecen las imágenes de los productos. Márcalas con una marca de agua única, indeleble e invisible y revisa Internet en busca de posibles coincidencias. Tras el descubrimiento, tome las medidas adecuadas si es necesario. Sencillo y esto es lo que Etiqueta de imagen hace.

La solución es un control exhaustivo de la cadena de suministro de fotografía. Desde su creación en un estudio fotográfico, su administración en un DAM, PIM o CMS, hasta su compartición con fines de marketing y su publicación, todas y cada una de las imágenes de una empresa deben protegerse. Las imágenes de los productos y las campañas de la empresa aportan demasiado valor a una empresa como para dejarlas expuestas. Deben estar tan protegidas como el producto que ayudan a vender.

Saber dónde, cuándo, cómo y por quién se utilizan las imágenes, en cada paso, refuerza el cumplimiento, revela las falsificaciones y los mercados grises, detecta las fugas de productos y contribuye a la optimización de la marca.

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